¿No somos ni una pequeña anécdota?

Parpadeo con la lapicera a pocos centímetros del papel tratando de definir esa coquetería con un adjetivo.
Escribo "Innata", escribo " Despreocupada"  y vuelvo a escribir "Latente". Y tacho las tres veces con desanimo..

-¿Te gusta escribir palabras? - me pregunta -
-Son mucho mas que eso - agrego 


Niega y suspira. Mientras lanza una voluta de humo que retorcida rebota contra la pared.

-¿No somos ni una pequeña anécdota?

Se ríe con franqueza; sé que podría responderme con citas pero elige, una vez mas, sus propias palabras:

- Todo tiene sentido; pero yo me apagaré y nada importará..

-Efectivamente. No somos ni una anécdota.

Veo por ultima vez el fondo de sus ojos azules. 

Nos abrazaríamos con afecto; se que me acariciaría la cara y me pegaría un tajo. Y que luego me sostendría la cabeza contra su pecho, me apuñalaría el torso y el vientre. 

Lo haría varias veces, de manera rápida y muda.

Me dejaría sentado en esta silla, prendería un cigarrillo y se lo fumaria contemplando ese sanguinolento pedazo de nada

 que se apagaría..

y se perdería para siempre en la eternidad..

La dama que mato por amor y leyó hasta morir

Una mujer dedicada con pasión al cigarrillo. 

La lectura, y los besos. Renunciando al vino, las flores, los manjares, los paisajes, los perfumes y los milagros de la vida simple. 

Una erudita - Pensé - mirando la lista de libros. 

- Tengo insomnio y buena vista ..

Me sorprende ella largando una bocanada de humo.

-Hice solamente la secundaria y nunca me había interesado 

por los libros, hasta que encontré una biblia en mi reino,

-Me sentí impactada , transportada hacia mundos y sensaciones increíbles al leerla. 

-Dejé inmediatamente de creer en Dios cuando llegué a la ultima página.

Me pregunta si yo soy creyente. Agnóstico, le respondo.

Asiente y me interroga:

 ¿ Leíste Por que no soy cristiano, de Bertrand Russell?

Admito que no. Ella vuelve a asentir y se queda callada; no quiere humillarme ni lucirse, aunque tiene una brevísima mueca de desencanto.

Se peina el pelo con sus dedos para dejar una oreja limpia al aire  libre.

Me resigno a pensar que ah perdido toda su coquetería..
Ya eh dicho que transmite en sus gestos mínimos un extraño erotismo.

La segunda vida de las flores

Una reclusa abandonada a un rincón oscuro y húmedo del planeta, que de pronto se expresa como una profesora de Oxford.

-Dejé de creer acríticamente en Dios y en los relatores. 
Y sentí un vació y una gran curiosidad; y un apetito por conocerlo todo. 

 Lo único que podía conocer del mundo, era lo que los otros habían escrito sobre él. 
Pero a ella, solo eso  le bastaba. Quería, sin comprender todavía que a mas luz  mas conciencia de lo vasta que era la oscuridad.


Ella es un estado de gracia, una beatitud por la que le entregaría su  alma al diablo.
Pero la sostengo por los antebrazos, una vez mas... mientras sonríe al fresco del inminente atardecer.

Aquí no ha pasado nada!

Un año después de su separación llego el momento de hablar de los temores de una nueva etapa de su vida que, por cierto, no eran pocos.

-Es una salida con un hombre, Laura,  nada mas.. ¿Qué es lo que te pone tan nerviosa?
-Todo. No saber seducir, y que salga mal o todo lo contrario y tener que avanzar. Por que el tipo me va a querer llevar a la cama, te lo firmo ya!
-¿Y eso estaría mal?
-Y... es una opción...vos decís que tengo que ir.. ¿preparada?
-No tenes que acostarte con alguien si no lo deseas, no hace falta que te lo diga, pero uno suele tener una idea del amor. El que se forja en la adolescencia, y el amor adulto es un poco diferente en la mayoría de los casos.
-No te entiendo..
-Cuando uno es chico, primero se enamora. Alcanza y sobra con verla pasar por el pasillo y ya la amamos. Después con suerte, la conoces y empezas a salir y en tiempo breve o prolongado se acuestan juntos y...


-Ya entendí. De grande primero cojés. Después si tenes suerte empezas una relación. Y muchisimo mas adelante, si crees en los milagros, te enamoras. ¿No? - JaJaJaJa

Se ríe mucho. Siempre se ríe mucho.
Creo que ese sentido del humor, esa fuerza que saca aun de sus flaquezas, es lo que le permitió no rendirse nunca.