Thrill in cliché, Memorable quotes, Animal poetry

martes, 20 de marzo de 2012

La segunda vida de las flores

Una reclusa abandonada a un rincón oscuro y húmedo del planeta, que de pronto se expresa como una profesora de Oxford.

-Dejé de creer acríticamente en Dios y en los relatores. 
Y sentí un vació y una gran curiosidad; y un apetito por conocerlo todo. 


 Lo único que podía conocer del mundo, era lo que los otros habían escrito sobre él. 
Pero a ella, solo eso  le bastaba. Quería, sin comprender todavía que a mas luz  mas conciencia de lo vasta que era la oscuridad.


Ella es un estado de gracia, una beatitud por la que le entregaría su  alma al diablo.
Pero la sostengo por los antebrazos, una vez mas... mientras sonríe al fresco del inminente atardecer.

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